“Brown en el sepulcro simboliza, con su nombre, toda nuestra historia naval”, dijo Bartolomé Mitre sobre William Brown, al momento de su muerte, a mediados del siglo XIX. La pequeña introducción quizás le haga pensar, señor lector, que traspapeló los suplementos del diario y se encuentra leyendo la nota de otra sección. Pero no. Brown simboliza toda la historia naval de nuestro país y bautiza parte de la del deporte -más precisamente, del fútbol- justamente con su nombre.
En el origen de los nombres de los clubes de fútbol se esconde la historia de un país, creado mucho antes que los clubes de fútbol. Mitre no es el equipo santiagueño de la B Nacional, sino el prócer citado al comienzo; al igual que San Martín... o Belgrano, si hablamos de clubes populares.
¿Y Brown? ¿Quién es Brown? El que con su nombre simboliza toda la historia naval argentina. Pero necesitamos saber más, sobre todo, teniendo en cuenta que hoy estará presente más que nunca en el oído de los hinchas “santos”.
El equipo de La Ciudadela enfrentará a Almirante Brown de Adrogué, esperará una mano de Guillermo Brown y, si termina ascendiendo, recordará uno de sus máximos logros en 1992: el ascenso a Primera ante Almirante Brown de Isidro Casanova.
El irlandés argentino
William (en Castellano, Guillermo) Brown nació en Irlanda, a fines del siglo XVIII. A principios del XIX emprende con su padre un viaje en barco hasta Estados Unidos. Poco antes de llegar, su padre muere y William arriba a un país desconocido en calidad de huérfano.
Pero como su vida parecía estar signada por el mar, Brown se la pasa navegando los nueve años correspondientes a su niñez/adolescencia. Lo hace bajo la figura del grumete, el que ayuda a la tripulación en sus tareas para aprender el oficio de marinero.
Tras regresar a Gran Bretaña; se mudará -obviamente, en barco- junto a su esposa, Elizabeth Chitty, a nuestro país. Una vez aquí, se nacionalizó argentino y para convertirse “en el principal prócer naval de nuestro país”, consignan desde el Ministerio de Cultura de la Nación.
En Argentina trabajaría como nadie en la disciplina naval, innovando en todo lo que tocara. Todo, hasta ser considerado el “Padre de la Armada Argentina”, y a terminar inspirando, años después, a dirigentes para bautizar equipos de fútbol.
¿Por qué la historia de San Martín está atada a William Brown? Parece ser que el Almirante fue el precursor en las ideas de la Expedición Libertadora de José de San Martín. “Desde fines de 1815 hasta mediados de 1816 recorrió las costas de Chile, Perú, Guayaquil y Nueva Granada”, cuenta el Ministerio dando muestra de lo que significó para la historia del país.
Aún así no se trata del nombre con mayor referencia en nuestro fútbol. Los equipos que más se repiten en la patria futbolera son los Independientes, aún más que los Huracanes, que llegan casi a 50.
Además de los equipos está la famosa tribuna del Monumental de Núñez, también llamada Almirante Brown. Quizás la única referencia a un Brown que no es Guillermo sea la de Jorge Gibson Brown, equipo de Posadas (Misiones) en honor a un jugador de Alumni.
De Adrogué y de Madryn
A modo de curiosidad puede decir que las historias de los Brown de Adrogué y de Puerto Madryn tienen puntos de contacto. Ambos clubes fueron fundados el mismo año: 1945. El Club Social y Atlético Guillermo Brown -tal el nombre completo del equipo del sur argentino- nació el 14 de enero de aquel año. Su primer presidente, José Ramón Furnillo, propuso ese nombre a modo de homenaje a su máximo referente. Ocurre que Furnillo era jefe de la Subprefectura de Puerto Madryn, y admiraba a William Brown.
El de Adrogué se denomina Club Atlético Brown, y comenzó su vida institucional el 3 de marzo del 45. Debe su nombre no sólo al marino, sino también a una cuestión geográfica. Adrogué es la ciudad cabecera del partido de Almirante Brown, que está ubicado en la zona sur del Gran Buenos Aires.
Esta tarde, San Martín -el “Santo”- espera navegar por aguas calmas y -más que nunca- llegar a un buen puerto: la Superliga.